En 1992
Un maestro heladero y su familia provenientes de Perú, buscaban regresar al norte del continente donde Lalo había aprendido a producir el mejor helado. En el camino, decidió hacer una parada en Costa Rica y después de buscar con detenimiento, notó que en el país no existían heladerías que pudieran igualar el sabor de sus helados. A pesar de que no existía un helado de gran calidad, se dio cuenta que Costa Rica si contaba con materia prima de altísima calidad para producir sus exóticos sabores. De inmediato, Decidió cambiar sus planes y darle vida a una gran idea.
Fábrica de Helados Cremrica.
Al mismo tiempo, una niña que crecía en los barrios de San José, llegó a ser una fan incondicional del sabor de Cremrica. años más tarde, en una visita a la heladería, se encontró con una terrible notica, sus helados favoritos estaban a punto de desaparecer. Negándose a aceptar esa realidad, decidió hacer algo al respecto.El amor al sabor de estos helados, le puso el mayor reto de su vida, emprender y seguir conservando este legado.